Datos personales

Mi foto
No tengo mucho que contar ni tampoco poco que decir asi que preferiblemente según mis gustos e intereses no diré nada

lunes, 7 de febrero de 2011

¿Y tú que clase de marioneta eres?


El 60 % es solo un dato
de chiquillos que no piden play 3 solo piden platos
el 80 % no son racistas...pero esos negros que vienen mejor no perderlos de vista....
El 2 % son los que valen la pena...pero viven ocultos entre el estrés de sus venas....al lado del respeto..entre la pared y el sable....mas difícil de ver que un funcionario amable....
El 15 % son inmigrantes no un drama....que a pesar de la mierda aun sonríen de buena mañana
El 90 % vendería a su madre por un gramo de coca to’ tirao en un parque....
el 50 % es la mitad nada mas.....de chiquillos que fuman para poder vacilar
El 99 % son los que dicen te quiero....el 1 % los que demuestran que eso es verdadero......
¿¿Y tu en que grupo dices que estas nano??....¡¡ah yo hace tanto que no soy un ser humano!!!
Soy el resto...la marioneta que ve al amo y que prefiere yacer muerta antes que ser eterno esclavo....
El lado oculto de la luna....la enfermedad....un libro de Noam Chomsky madre tierra de avalanch
El alquimista de Paulo Coelho, la eternidad!! 
La voz de serj tankian...una noche junto al mar
La danza eslava de Dvorak, sueños de cristal....
una bolsa de kikos crujiendo en tu paladar
una especie de rico que invierte en felicidad....
Xavi castillo parodiando a rita barberá.…
Tote king en directo con un Freestyle.....
no woman no cry....cualquier tema de Jamiroquai
Una cuerda de violín, un zumo natural....
el secreto de merlín, una canción de Serrat
La sonrisa de alguien...una flor natural...un día en el taj Mahal!!

domingo, 5 de diciembre de 2010

Perfect is imperfect

Señores me complace informales que me estoy quedando sin textos para actualizar.

Ahi va un one shot que hice hace tiempo a partir de una de mis multiples historias


Una noche en París

Esa noche me detuve a observar el paisaje nocturno de París.


Alojados en uno de los mejores hoteles del centro de Francia, con vistas a la Torre Eiffel.

La torre se alzaba elegante y orgullosa, rasgando y brillando el cielo nocturno, haciendo que todo lo demás pareciese insignificante y carente de valor alguno. Como la joya central de un collar elegante, sin duda alguna la torre sería la piedra preciosa de más valor.

El resto de edificios, eran pequeñas luces que se concentraban alrededor de la gran torre, como si quisiesen admirarla y algún que otro iluso soñaba con alcanzar su grandeza.

El paisaje era una de las cosas más bellas que recordaría durante toda mi vida y también lo que sucedió aquella noche.
Después de que Jared se fuese con Lisa, fui a darme un largo y placentero baño.
El cuarto de baño era gigantesco, el suelo era de mármol negro, duro y frío, que contrastaba con los azulejos blancos que revestían el cuarto.
Todas las piezas del baño eran de un blanco marfil impoluto, con pequeños adornos de acero.
Aquel lugar daba una sensación de pulcritud y paz, que hacía tiempo que no sentía.
Llené la gigantesca ducha de agua caliente y dejé un par de toallas a mi disposición.
Cuando el agua estuvo a punto, cogí uno de los pequeños botes que descansaban en el borde de la bañera.

En un vano intento, leí la etiqueta del bote, estaba todo en francés y entendí que contenía rosas o extracto de estas, pero por el olor deduje que era una especie de gel o champú.

Vertí un poco en el agua caliente, poco a poco me desnudé y fui entrando en la bañera.

Cuando ya estuve dentro, mis músculos se relajaron y una sensación muy agradable recorrió mi cuerpo.

Me hundí una y otra vez en el agua, para aislarme del terrible mundo que fuera de este cuarto me aguardaba. Bajo el agua había un silencio inquebrantable, y sentía que era solo mío, al no necesitar respirar permanecí un buen rato, meditando.

Durante el naufragio por mis turbios pensamientos de cuando era humana, encontré algunos de mi niñez, y me dedique a observarlos uno a uno.
El primero fue mi cumpleaños, a los seis años, en el jardín de mi casa con un montón de niños que era capaz de reconocer, pero con el paso de los años le había perdido la pista.
Mis padres, ambos más jóvenes y felices, llevaban a cuestas una enorme tarta con mi nombre escrito en ella y seis velitas. Todos los niños se amontonaban a mí alrededor y cantaban, cuando terminaron, cerré los ojos con fuerza y soplé las velas, todo el mundo aplaudía y los niños sonreían o gritaban de alegría.
Desapareció el recuerdo y le sustituyó otro.
Éramos mi padre y yo, posiblemente una tarde de verano. Yo estaba subida a mi bici, aferrandome a ella con fuerza y tambaleándome ligeramente
Mi padre me susurraba algo al oído y yo asentí levemente, conservando la expresión de miedo en mi aniñado rostro.
Empujó la bici y comencé a pedalear sola, cada vez más rápido, hasta que pude dar la vuelta y bajar para poder abrazar a mi padre y darle las gracias.
Así una sucesión de innumerables y doloros recuerdos de mi niñez.
Salí a la superficie de nuevo, y me dediqué a observar el paisaje nocturno parisino, desde el gran ventanal del baño.
En el borde del ventanal había un jarrón con rosas, cogí una y comencé a deshojarla, sumiéndome de nuevo en mis pensamientos.
Me planteé como llegué hasta esta situación, que habría pasado si no hubiese ido al Darmouth Palace aquella noche, y como habría sido mi vida sin no me hubiese convertido en lo que soy.
Todo eso me deprimía así que aislé mis problemas y volví a la realidad.
El agua estaba cubierta por decenas de pétalos rojos carmesí que surcaban el agua, con una tranquilidad y elegancia envidiables.
Salí del agua y me sequé. Pude oler el leve aroma a rosas que despedía mi pelo y mi piel de porcelana. Me puse la ropa interior, sin reparar mucho en el pelo aún algo húmedo y salí a buscar algo de ropa cómoda a mi maleta.
No tenía nada a simple vista y no se me apetecía desarmarla, ya que mañana por la tarde partiríamos hacia Berlín.
Alguien tocó la puerta.
-¡Voy!-grité, mientras corría hacia el cuarto de baño para ponerme uno de los blancos albornoces que habían dejado colocados.
Me arreglé un poco y abrí un poco la puerta para ver quien era a través de la pequeña abertura.
Era Jared, estaba apoyado en el marco de la puerta, con una pose un tanto chulesca a la par que tremendamente provocativa.
-Ah…-dije algo decepcionada-eres tú.
-¿Esperabas a alguien?-preguntó con curiosidad.
-No, la verdad.
Lanzó su chaqueta y corbata lejos, y estas cayeron cerca de la ventana.
Se acercó con un sigilo estremecedor y cogió uno de mis mechones de pelo.
-¿Te has-olió el mechón- dado un baño?-preguntó.
Estaba completamente paralizada, había algo en su voz que hacía que temblase de puro terror, pero a la vez me atraía y hacía que se me pusiese la piel de gallina.

Me di la vuelta despacio y encontré su rostro separado del mío por unos escasos milímetros.

Sus ojos brillaban de manera amenazante a la vez que atractiva, sin abandonar su característico toque pícaro e irónico.

Me acorraló contra la pared, desvié mi mirada hacia su camisa blanca, la cual estaba media abierta y dejaba ver su pecho, en el cual descansaba su cruz de plata engarzada con unos diminutos brillantes de color verde esmeralda.
Puso su mano bajo mi barbilla y me obligó a mirarle a la cara. Su rostro revelaba que tenía sed de sangre y quizás de algo más.
Con la rapidez que le caracterizaba, me inmovilizó y acorraló hacia una de las esquinas de la habitación.

Por fin, desde ya hace mucho tiempo, mis sentimientos afloraron de nuevo. Permanecían encerrados en lo más profundo de mi corazón, debilitándose y apagándose, hasta casi extinguirse.

Noté miles de sensaciones recorriendo mi cuerpo como descargas eléctricas.

Estaba perdida en mitad de un frenesí.

Pronto me percaté de que mis sospechas eran ciertas, había venido aquí impulsado totalmente por instintos puramente carnales y lujuriosos. Note como sus dedos dejaban apartaban el albornoz con delicadeza, el cual se iba deslizando poco a poco por mi hombro y continuando la silueta de mi brazo. Siguió el mismo recorrido que la suave tela, besándome con suavidad, demostrándome en cada beso los acontecimientos que me tenía reservados para esta noche.

Quizás debía pararle, pero no podía. Quería decirle que se detuviese, pero solo lograba emitir patéticos mensajes sin coherencia alguna entre cada suspiro de placer.
Con un suave tirón, el albornoz de deslizó hasta casi mostrar mis pechos, pero en vez de continuar el camino que seguía la tela, decidió subir hasta mi oreja y descargar una pequeña risa al ver la reacción que tuve cuando la suave tela descendió tan bruscamente.
Me pegué más a su cuerpo para ocultar mi evidente desnudez. Divertido por la situación me preguntó:
-¿Por qué te escondes? Ya te había visto desnuda antes-recorrió mi cuello con su lengua, muy despacio, y volvió a retomar la pregunta-¿A caso…sientes vergüenza?

Hubo un silencio incómodo, me vi incapaz responder. Sentí que dejó de concentrarse en mi cuerpo y busco mi rostro y mis ojos para clavarse en ellos, con una mirada burlona y picaresca.

Al no obtener respuesta, continuó donde lo había dejado.

Me separó un poco y me susurró algo al oído, estaba demasiado perdida en el momento como para percatarme de lo que dijo.

En un principio me negué, pero en el fondo lo deseaba con locura, deseaba acelerar el proceso lo más rápido posible, de nada serviría por que le conocía desde hace tiempo y no es la primera vez que se daba esta situación sabía que se tomaba las cosas con calma y atesoraba cada expresión, movimiento, palabras o gemidos en su memoria.

Con la paciencia que le caracterizaba, sujetó uno de mis brazos con cuidado, como si fuese una valiosa pieza de porcelana y lo sacó con lentitud de la manga y repitió el proceso con el otro brazo mientras me besaba y mimaba.
Le abracé aun más fuerte, ahora el albornoz se sostenía a duras penas con el nudo que le había echo en un principio, pero este no tardaría en desaparecer y hacer que toda la tela que me cubría la cintura y mis piernas se desplomase.
Escondí mi rostro en su pecho, me sujetó con fuerza alrededor de su cuerpo y su otra mano comenzó a deslizarse por mi espalda, de principio a fin, dibujando trazos complicados y siguiendo las curvas de mi cuerpo con sus dedos.
-Vaya-su voz me sobresaltó-pero si estás temblando…dudo que tengas frío.
Utilizaba un tono burlón, con una voz suave y monocorde, pero a su vez mordaz.

Había algo que se me escapaba, algo en su voz que causaba un miedo irracional en mí y hacía que temblase sutilmente.

Estaba asustada y no podía huir.
Y mi cuerpo no opinaba lo mismo que mi mente, este quería corresponderle y actuar con seguridad y sensualidad, pero debido a la batalla que mantenía con mi cerebro solo lograba que mis movimientos fuesen torpes y tímidos.
-Um…-ronroneó en mi oído-hoy te haces de rogar ¿eh?
Respondí sin saber lo que decía:
-La verdad…-miré a mi alrededor e intenté controlar el temblor de mi voz- estoy un poco…incómoda.
Vaciló un momento, ya que no se esperaba esa respuesta. Pero él sabía como salir de cualquier situación que se le presentase:
-Lo siento, es verdad que te tengo un poco- por primera vez observó la posición en la que estaba- “acorralada”
Sonrió y me sujetó por la cintura, retrocedió lentamente, llevándome consigo y de repente sucedió algo que no me había esperado.
Noté una presión en mis caderas, y sentí como me alzó con facilidad para colocarme en su cintura, a la cual me enganché usando mis piernas sin pensármelo. Ahora él tenía una parte de su espalda apoyada en la pared y le miré, desconcertada por la rapidez de sus actos.

-¿Mejor?-sonrió.
Asentí, aún confusa.
-Yo creo que no…-susurró. Deshizo el nudo del albornoz y este terminó de separarse por completo de mi cuerpo.
Sentía como ardía a causa de la vergüenza, él continuaba inspeccionando las curvas de mi cuerpo, con lentitud. Desde mi pecho, hasta mi cintura y caderas para luego acabar en mis muslos.

Me enredé en torno a él lo más que pude, coloqué mi rostro a su altura y le besé apasionadamente, casi con furia. Había pasado de la timidez a lo salvaje en poco tiempo. La situación me recordó a la primera vez que ocurrió esto, justo hace cuarto años.
-Por fin reaccionas-murmuró contento.
Me separé y le sonreí. Descendí por sus caderas hasta que mis pies tocasen el suelo y le empujé contra la pared.
-Ahora es cuando la cosa empieza a ponerse interesante-le susurré de manera sensual al oído.

De un solo tirón terminé de desabrochar su camisa, varios botones salieron disparados en varias direcciones, pero poco importaba la ropa ahora, era tan sólo un obstáculo más en el camino.
Besé todo su cuerpo, hasta donde me permitieron sus prendas. Ahora él era el sorprendido, pero se adaptaba con rapidez a mis cambios, besos y caricias.
Continuamos bastante rato, jugando con nuestros cuerpos, probándonos continuamente, ensimismados con el cuerpo del otro, besando y lamiendo en nuevos puntos que habíamos encontrado, susurrándonos las frases más sugerentes y gimiendo casi sin control alguno.
Mis manos que luchaban contra su pantalón se detuvieron, cuando un repiqueteo en la puerta llamó mi atención. Me quedé inmóvil, tratando de averiguar de quién se trataba.
Jared se separó y se puso a mi lado, intrigado a la vez que molesto por la visita.
Entre gruñidos recogió su ropa y se la puso, le imité y me abroché el albornoz me mantuve a distancia de la puerta, colocada justo a sus espaldas.
Pero antes de que abriese la puerta se abalanzó contra mis labios y nos besamos con la misma pasión que se había desvanecido hace unos segundos. Lamió y besó mis pechos y mi cuello, llegó hasta el lóbulo de mi oreja el cual aprisionó con suavidad entre sus dientes y murmuró:
-Esto acabará enseguida.
-Lo dudo-gemí a causa del tono que había empleado al hablarme- creo que va para largo.
Le besé de nuevo y se olvidó por unos segundos de la puerta y acarició y apretó con furia mis muslos y caderas.
-Ya nos ha oído-gruñó molesto y me dio un beso rápido- Se paciente.
Casi furioso, abrió la puerta esperando encontrarse a alguien a quien pudiese despachar rápido y continuar donde lo habíamos dejado. Pero para sorpresa de los dos, no era ningún botones despistado, ni ningún camarero del servicio de habitaciones equivocado. Se trataba de Lisa y como había predicho, iba para largo.
Jared le invitó a pasar, prácticamente con gruñidos e intentando controlarse para no plantear ninguna escusa tonta para echarla. Se sentó en el borde de la cama impaciente por lo que Lisa tenía que decir, le imité y me rodeó la cintura con el brazo, mientras su mano aún se movía tratando de continuar lo que había ocurrido momentos antes de su aparición.

Sin ganas nos dispusimos a escuchar y a desear que fuese rápido lo que tenía que comunicarnos.

Acababa de despejar todas mis dudas sobre Lisa: Era el ser más inoportuno sobre la faz de la Tierra.

domingo, 21 de noviembre de 2010

29.10.2010

Suelo actualizar poco la verdad.
Pero prometo hacerlo más a menudo, la verdad es que el instituto me roba muchísimo tiempo. Y más estando en un curso tan crucial como en el que estamos pero bueno...

Hoy escribo para hacer un resumen del concierto  de Nach, la verdad es que ocurrieron muchas cosas en poco tiempo. Pero comienzo justo después de haber salido del instituto.

Pd: los pensamientos los escribiré en cursiva.

A toda prisa, almorcé y me subí en la guagua de las 3:30. Llegué justo a la hora que habíamos acordado Ri y yo, nos encontramos y decidimos ponernos en marcha hacia el Paraninfo.
llegamos allí sobre las 5, y el concierto comenzába a las 8, nos quedaba muchísima tarde por delante, yo no llevé mi superbolso con las cartas para entretenernos, porque me negaba a estar pendiente de mi bolso durante el concierto y Ri llevó el suyo pero no llevaba nada que matase las horas que se nos venían encima.
Después de ir a la avenida y sentarnos a hablar, nos quedamos sin tema de conversación y comencé a hacer ruidos y surgió el primer problema:

S: *cacarea como una gallina*
R: Yias! la entrada! *se lleva manos a la cabeza y se pone histérica en 0.8 seg.*
S: Dime porfavor que no has olvidado la entrada...
R: Puede que no *mira su bolso, cartera, bolsillos, etc.* vale, sí, la he olvidado...
S: *Pone cara de no tiene batería* me debes una compensación muy grande
R: Grr...ya sabes como te las devuelvo *guiña un ojo*...pero ahora vamos a por la entrada
S: ¿No te la puede traer Da?
R: Al final...*la mira como diciendo: que poco conoces a Da.* venga vamos...

Y así fue como nos dirigímos de nuevo a su casa, la verdad que el recorrido no es largo pero, jode tener que ir y volver.
Después de sentirnos moralmente destruídas, decidimos merendar las tipicals cookies de la jauría y esperar a que viniese la guagua. Se ve que ese día los guagueros estaban de pachorra, porque tardaron Dios y su madre en poner en marcha la guagua.Nos dio tiempo a merendar con total tranquilidad, caminar un poco y hablar aún más. Total que cuando coseguímos subirnos a la limusina amarilla(llamada así por el padre de Lauri) Al final nos dejó en el parque Santa Catalina.
Pagamos 1,20 para hacer la mitad del camino...
En fin.
Llegamos y desde lejos pude ver a la gente haciendo la cola de la muerte para entrar(eran las 6:30) Me cagué en todo lo cagable, Ri se maldijo por los siglos de los siglos amén y nos dispusimos a entrar en la marabunda.
Localicé a Brian y le saludé (y con la tontería nos quedamos muy cerca de la entrada)
Ri y yo analizamos a la gente que se agolpaba contra la valla del Para, los que tenían su entrada y hacían la cola por el lado de la derecha (donde supuestamente debíamos estar nosotras, pero era la cola interminable y casi llegaba al final de la calle, y conociendo a Ri ella no estaba dispuesta a quedar en la última fila.) y el lado de la izquierda, donde estaba la gente sin entrada y que la comprarían más tarde.
La conclusión a la que lleguamos fue: Nach tiene fans de todas los movimientos urbanos. Habían Gente normal, obviamente raperos, heavys (si, nosotras también nos quedamos en plan: WTH?!, porque la verdad no eran pocos los que habían.), coyos, y derivados.
Durante la interminable espera, Ri decidió ir a saludar a Ale, al que le había encomendado la misión de que Nach, Abram y Zpu le firmasen en un CD para ella.
Nos metimos dentro de la masa que golpeaba la valla del Para (Allí estaba Ale, pegado como si la vida se le fuese en ello, y creo que la perdía por momentos) saludamos y con la misma nos echaron, estaba visto que no iban a permitir que nadie se les colase por muy pequeño que fuese.
Rascadas por no poder estar cerca de la puerta para cuando abriesen, volvímos a nuestro punto de partida. El centro de la acera.
Cada vez venía más y más gente, y con ellos rostros conocidos, como Sello y Domi.
Al final nos quedamos conversando con ellos, y al final acabamos juntos en el concierto.
En los últimos momentos de espera nos encontramos a una embarazada marchosa (a la que llamaré Mari Juana) estuvo todo el rato dando vueltas sin cesar.
A Mari le caimos bien así que no nos atacó(como tenía planeado hacer a Ri, cuando chocaron sin querer.)
En los últimos minutos, la gente se marchaba de la cola.
¡MILAGRO! pensé.
Tardamos en averiguar el porqué (y maldigo la tardanza y nuestra poca capacidad de reacción)
Zpu, acababa de salir de algún lado a menos de 5m de nosotras. La gente se le echó encima, pero llogró huir.
Continuamos a la espera.
Y por fin. Después de tanto esperar, a las 8 abrieron  la valla.

Fin de la primera parte!

Es mucho que contar, y en la segunda parte espero poder contar el desenlace.

domingo, 15 de agosto de 2010

El breve cuento de la Princesa

Se que no actualizo mucho. Pero hoy me sentí con ganas de escribir y este texto se lo dedico a Ri.


Si no te gusta o no quieres que permanezca publicado solo dimelo =)






El breve cuento de la Princesa




Existe una princesa, que desde hace mucho tiempo, su corazón roto se halla.
Pues hace tiempo vio partir su amor forjado desde el sufrimiento más bello.
Ella ahora sigue su propio camino, dejando atrás a caballeros, princesas y criaturas de cuento.



A veces en la noche más negra no encuentra ni consuelo, ni estrella, su cuerpo es una armadura que encierra un triste blues de un corazón que ahora yace inerte.
A veces la princesa, sola en la más absoluta soledad, derrama lágrimas, que ahondan en su blanca piel, recorriendo el eterno camino de su rostro.
A veces se ve dividida en cuerpo y mente, pues su corazón chilla de agonía y entona los más tristes lamentos, mientras su cabeza fría y calculadora, ordena permanecer sonriente, fingiendo firmeza y comprensión en la más peligrosa y dolorosa de las situaciones.
Pero yo se que la princesa no es lo que aparenta, no desea la situación vivida, añora tiempos remotos de felicidad y despreocupación.



Añora las risas, las caricias y los besos.
Añora todos aquellos buenos momentos, y algún que otro mal trago.
Añora descansar sin ser asaltada por pesadillas, dormir sin derramar ni una sola lágrima en la almohada.
Pero sobretodo añora el no sentirse perdida, confusa y malherida.

Aunque la princesa, crea que está sola, aunque crea que está perdida, nada de lo que ve es cierto, es una mera ilusión, provocada por el sentimiento de dolor.
Princesa, mira a tu alrededor y dime lo que ves, pues no todo aparenta ser lo que es. Despierta, tienes mucho por hacer. Avanza sin miedo, apóyate en mí, pues cuando el camino se torne borroso y confuso, yo seré tus ojos, mientras no seas capaz de elegir el camino, yo seré tu guía. Y aunque que caigas y desfallezcas al despertar siempre verás una mano tendida para avanzar, juntas y sin prisas por el largo y confuso sendero de la vida.
Y mientras que la princesa permanezca sumida en esa pesadilla, aunque ella no me oiga, las palabras anteriores son susurradas en esta noche eterna, siempre estoy a la espera, de que comience un nuevo día y con ello que nuestra heroína despierte, mostrarle el amanecer y con una sonrisa en los labios decir:

¡Buenos días princesa!

domingo, 23 de mayo de 2010

Para que Ri no se queje...

Prólogo


La gente de hoy en día no sabe lo que es vivir.
Se preocupan por el mañana, las preocupaciones y las ansias de que sus planes salgan perfectos les nublan la vista y no les deja apreciar y disfrutar del presente.
Esa es mi forma de pensar o al menos lo era hasta que sucedió el evento que marcó el fin de la raza humana tal y como la conocemos:
La tercera guerra mundial.

Nací en Brooklyn, en una familia de clase media, todo me iba bien, estudiaba en el High North School, mi nota media era de un notable, era el orgullo de la mayoría de los profesores, incluso había llegado a formar parte del cuadro de honor de los alumnos del centro.
Mi familia era perfecta, las discusiones no abundaban entre nosotros, las cenas y reuniones se convertían en motivo de alegría, ya que toda la familia estaba reunida bajo un mismo techo.
Todo en mi vida parecía llevar escrito la palabra perfecto, o eso creía.

El 28 de Marzo del 2023 fue activada la bomba nuclear más potente que había logrado crear el ser humano, con una potencia y radio de destrucción mayores que las bombas atómicas bautizadas como Little Boy y Fat Man lanzadas en Hiroshima y Nagasaki en 1945.
Los hechos ocurridos en las dos respectivas comunidades japonesas conmocionaron al mundo, las imágenes captadas dieron la vuelta al globo. Hoy en día el mundo sigue recordando esa trágica fecha que ha tenido sus consecuencias a lo largo de los años.

Quien diría que este hecho se volvería a repetir, y que en esta ocasión la humanidad no tubo tiempo ni tan siquiera para poder lamentarse de su existencia.
En 2019 Estados Unidos entró en Guerra con Corea. Lo que no habían previsto era la unión de las tropas japonesas y chinas a las filas de Corea. El armamento usado en las guerra fue mayor que en la segunda guerra mundial y las ciudades se habían convertido en los campos de batalla.
El 28 de Marzo, a las dos de la madrugada, hora local en EEUU, Corea del Norte lanzó siete bombas, bautizadas como God´s Warth.
Cada uno de los continentes recibió su pequeña parte del castigo divino de Dios.
Una vez arrasados los continentes Corea puso fin lanzando la última bomba, la de mayor potencia, en mitad del océano Atlántico, creando así una serie de tsunamis que arrasaron los últimos restos de humanidad.

Hoy cinco años después de que la raza humana fuese exterminada por completo, aun quedan supervivientes de la catástrofe.
Me llamo Itza Holmes y yo formo parte de los supervivientes.

Quiero mi critica constructiva!!! Riri

jueves, 11 de febrero de 2010

FUCK YEAH!


esto es lo que pasa cuando se tiene una discusión sobre el viaje de fin de curso despues de haber bailado hasta potar y tener un nivel de cachondeo que no es normal:


-Maria: la fabrica de conguitos esta en el congo? =S


-Sara: Sisi y vamos a un oasis y que muntutu nos de agua de coco recien hecha...


-Sara: vayamos a escocia! alli hay cosas de cuadritos! montañas de cuadritos, flores de cuadritos, casas de cuadritos, faldas de cuadritos...


-Vera: de curcero no que tengo panico a los peces...no los peces en si sino al interior del mar [no sera el fondo? xD]


-Yolanda: Vayamos a la cuesta que no es cuesta! k no va a cuesta arriba sino cuesta abajo!


-Estan todas en silencio y vera y sara miran a la pared en la cual pone...THIS IS JINAMAR!!


-Sara: vayamos a silicia!! [sicilia]


-Maria: sk el chocolate solo se hace en suiza! [si claro y tbm solo crecen tulipanes en suiza]


-Kim: A Amsterdam coño!! que la dorga es legal!!


-Sara: Si!! vayamos a los alpes suizos rodemos colina abajo, saltemos como heidi y comamos manzanas marlene!!


Esto es todo por hoy! mañana mas!!

miércoles, 11 de noviembre de 2009

¿adiós?


no tengo ganas de escribir posteo lo que puse en el foro de panik...

ya colgaré una entrada nueva con un texto mejor...

ahora solo puedo llorar....


No quiero creerlo pero debo...es duro, he estado toda la tarde llorando...ver "morir" a un idolo o grupo no es facil... confio en ellos se que seguirán ahi, por que su presencia se conserva en nosotras las fans, los momentos que nos han regalado juntos a ellos a traves de se canal, y sobretodo su musica.su musica no morira mientras la sigamos escuchando y sigamos adelante, por que ellos a pesar de que ahora han tirado la tolla son un claro ejemplo de esfuerzo y superacion y creo que lo que ellos querrian es que sigamos adelante y les conservemos a traves de su musica.Hoy mismo me llego el cd y justo una hora antes habia leido la noticia y sinceramente se me cayo el mundo, pocos grupos quedan ya como panik, que sepan aguantar, tener ese cariño con las fans y su musica libre de mensajes comerciales.Como para muchas ellos eran mi apoyo, lo que me animaba cada dia y me arrancaba una sonrisa o me ayudaba a seguir adelante a pesar de las adversidades.Asi que yo voto por seguir adelante y pensar que dentro de un par de años cuando reflexionen y sepan lo que quieren hacer vuelvan a nosotras.Nos tenemos las unas a las otras y debemos continuar como hicieron ellos y mantener vivo su recuerdo :')Panik Für immer (L)


espero que la situacion mejore